Para estos días de frío os dejamos un plato rico y calentito.
Ingredientes:
400g de garbanzos
la parte blanca del puerro
agua
sal
500g de oreja adobada
1 cebolla
·2 dientes de ajo
·1 cucharada de harina
·1 cucharadita de pimentón
·1 cayena (opcional)
·Perejil fresco
·Pimienta negra
·Aceite de oliva
Ponemos los garbanzos (que habrán estado a mojo la noche anterior) junto con el puerro limpio y partido en cuadraditos en la olla rápida, cubrimos de agua (echamos un poquito más de lo habitual porque después parte de este caldo lo necesitamos para la salsa de la oreja) y le añadimos una pizca de sal y unos cominos (la cantidad por supuesto es libre).
Cerramos la olla y cocemos, el tiempo variará dependiendo del tamaño y calidad del garbanzo y del tipo de olla, así que como cada unos conocemos los tiempos de cocción de nuestra olla.
Mientras se cocinan vamos haciendo la oreja que la habremos puesto a remojo durante dos horas antes, la quitamos el agua en el que ha estado a remojo y a ponemos a cocer durante 30 minutos en olla rápida(depende que tipo de olla).
Partimos la cebolla en pequeños dados y prensamos el ajo, si no disponemos de prensa ajos lo trocearemos muy pequeñito.
Echamos un chorrito de aceite de oliva en una cazuela y rehogamos la cebolla y el ajo, añadimos la cayena, un poquito de sal y una pizca de pimienta.
Cuando comienza a tomar color es el momento de incorporar el pimentón y la harina, rehogamos unos segundos para que no sepa a crudo y añadimos rápidamente parte del caldo de los garbanzos porque sino se podría quemar.
Dejamos que rompa a hervir de nuevo y que se cocine unos 3 minutos, entonces añadimos la oreja troceada y el perejil fresco picado.
Movemos y cocinamos a fuego muy suave (para evitar que se pegue o se queme) durante unos 10-12 minutos más y ya estará lista para el último paso que no es otro que mezclarlo con los garbanzos que teníamos reservados.
Una vez hemos añadido la oreja (con toda la salsa) a la olla de los garbanzos dejamos que se cocine el conjunto a fuego muy suave unos 10 minutos más.
Si está muy espesita la salsa podemos aligerar con un poco de agua y si está demasiado líquida dejamos a fuego medio-fuerte (vigilando que no se queme) para que se evapore y espese.
Apartamos del fuego, comprobamos el punto de sal y dejamos reposar un par de minutos antes de servir.